No le cuentes a nadie por el momento
que te desnudé mi alma,
que con impúdica inocencia,
te entregué mi sentimiento,
tejidos con palabras que hablaban,
del pasado, del hoy y del mañana.
No le cuentes a nadie,
que abriste la ventana prohibida,
que encontraste recuerdos empolvados,
escritos en hojas desechadas por el tiempo,
que recogiste del suelo los trozos,
para leer lo ya olvidado.
Rescatar del naufragio de los tiempos,
la embarcación de los recuerdos,
sus velas ya rechazadas;
los vientos ya no empujan,
atrapada y moribunda en tus manos;
prisionera se queda la historia de los tiempos.
Hacia desconocidos rumbos viajan,
en alas de mariposa: el hoy y el mañana;
multicolores sueños llevan
en su viaje de regreso,
para guardarlos en el cofre del olvido
y de nuevo un día ser leídos,
con el tiempo ya partido.
J.Plou
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