Llegó noviembre
con sus esporádicas aguas,
colocando diamantes en cada hoja.
El mes de los árboles todavía sedientos
y de la trepadora que sube el muro
Joven noviembre casi virgen
te añoraba por las tardes de verano
y ahora llegas primoroso,
a encantarme con el batir de tu llovizna.
Querido noviembre, beso tu piel de esmeralda,
me entristezco bajo tus cielos grisáceos.
Con las voces de tus pájaros,
me hago el nido de mi deseo.
En ti estremecido de ternura
derrame lágrimas de amor.
J.Plou
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